Cómo pasar el verano
En épocas de altas temperaturas hay que prestar atención al estado de los animales para prevenir el estrés calórico.
Con la llegada de altas temperaturas, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) insta a los productores pecuarios a adoptar medidas para minimizar el impacto del estrés calórico en los animales.
El estrés calórico se refiere a los cambios fisiológicos y comportamentales que sufren los animales cuando las condiciones ambientales superan su zona de confort térmico, dificultando la regulación de su temperatura interna. Esto se manifiesta en:
Reducción de actividad física y consumo de alimento.
Aumento de consumo de agua, jadeo y salivación.
Búsqueda de sombra y mayor frecuencia respiratoria.
Además de afectar el bienestar animal, puede provocar pérdida de peso, disminución de la producción y calidad de leche, deterioro reproductivo y mayor riesgo de enfermedades y mortalidad.
Factores que influyen y medidas preventivas
Características como edad, color y tipo de pelaje, así como una alimentación inadecuada, aumentan la susceptibilidad. Por ejemplo, animales con mayor grasa corporal o pelaje negro son más vulnerables, y ciertas pasturas tóxicas o dietas hipercalóricas incrementan el riesgo.
Para pasar el verano en las mejores condiciones posibles, el SENASA recomienda:
Sombra adecuada: Proveer árboles o estructuras con circulación de aire, asegurando entre 2 y 4 m² por animal.
Agua fresca y accesible: Un bovino adulto consume el 7% de su peso vivo en agua. Verificar calidad y cantidad para evitar rechazo o intoxicación.
Evitar manejos estresantes: Realizar arreo y tareas en horarios frescos y minimizar tiempos en corrales.
Ajustar la alimentación: Aumentar la fibra y manejar horarios estratégicos de raciones.
Refrescar animales y corrales: Mojares en horarios frescos o humedecer el suelo para reducir la radiación indirecta.
Cumplir con estas medidas mejora el bienestar animal y beneficia a toda la cadena pecuaria. Ante dudas, consulte al veterinario.