Emprendimiento gastron贸mico

El txulet贸n vasco en Buenos Aires

Este restaurante utiliza carne de vaca vieja, madurada en c谩maras propias, y cocinada a las brasas. Una propuesta que vale la pena conocer.

  Hace m谩s de 17 a帽os, el restaurante Sagardi abri贸 sus puertas en Buenos Aires con una propuesta clara: acercar la cocina tradicional vasca a una de las comunidades m谩s importantes del Pa铆s Vasco fuera de Europa. La iniciativa lleg贸 de la mano de los hermanos I帽aki y Miquel Vi帽aspre, quienes ya ven铆an consolidando en ciudades como Barcelona, Oporto, Londres o 脕msterdam un modelo gastron贸mico basado en el respeto por el producto, la temporalidad y la identidad.

  El nombre "Sagardi" remite a "manzanar" en euskera, y hace referencia a la sidrer铆a -espacio emblem谩tico de la cultura vasca- donde el men煤 tradicional incluye chistorra, tortilla de bacalao, bacalao frito y el ic贸nico txulet贸n.

  Para elaborar su chulet贸n, Sagardi trabaja exclusivamente con carnes provenientes de vacas de larga vida pastoril, criadas a campo y con alimentaci贸n natural. El proceso de selecci贸n de los animales es tan cuidadoso como singular. Durante muchos a帽os, el restaurante trabaj贸 junto al frigor铆fico Entre Todos, seleccionando novillos premium de 3 a 5 a帽os. Sin embargo, la b煤squeda por una carne con m谩s sabor y personalidad los llev贸 a ir m谩s all谩.

  Fue as铆 como establecieron una alianza estrat茅gica con la Estancia Jes煤s Mar铆a, una firma de tradici贸n espa帽ola dedicada a la compra de animales grandes, de entre 7 y 15 a帽os, criados a pasto en libertad. Muchas de estas vacas fueron madres reproductoras que completaron su ciclo natural y siguieron ganando peso en el campo. "Ellos estaban enfocados en lo que quer铆an, pero no ten铆an la parte gastron贸mica del otro lado que pueda comunicar, cocinar, entender e interpretar todo eso que ellos sab铆an en cuanto a la selecci贸n de carnes de animales grandes. Ellos ya sab铆an que era lo que ten铆a sabor, lo que era mucho m谩s natural, que ven铆a de la tradici贸n, que es lo que les gustaba. Entonces, al conocernos, tuvieron un crecimiento exponencial, y nosotros conseguimos esa carne que quer铆amos, que eran animales de m谩s de 6, 7 a帽os hasta los 15 a帽os. Son verdaderamente grandes, son todos arriba de 800 kilos", cuenta Juan Ignacio Fuoco, responsable del restaurante en Buenos Aires.

  Estos animales presentan una grasa amarilla intensa y un sabor inconfundible. Son ejemplares que el mercado convencional tiende a rechazar por su tama帽o o edad, pero que Sagardi valora como joyas gastron贸micas. La clave est谩 en comprender que el sabor viene del tiempo: de los a帽os vividos por el animal, de lo que comi贸, de cu谩nto camin贸, y de c贸mo se cuida cada etapa posterior.

Maduraci贸n controlada: la clave del sabor

  La maduraci贸n es un paso central en el tratamiento del chulet贸n. El proceso comienza con una pre-maduraci贸n en el frigor铆fico de entre 10 y 14 d铆as, para eliminar el exceso de humedad inicial. Luego, las piezas son llevadas al restaurante, donde pasan entre 2 y 4 semanas m谩s en una c谩mara propia, dise帽ada especialmente para ese fin.

  Se trata de un sistema desarrollado por el propio equipo de Sagardi: una c谩mara a 2掳C de temperatura, con humedad controlada entre el 60% y el 70%, y un sistema de circulaci贸n de aire fr铆o con aporte de humedad para evitar que la carne se seque en exceso. "Buscamos una maduraci贸n limpia, que no altere el sabor original y que afine la fibra para lograr una carne tierna, sin perder car谩cter", explican.

  En algunos casos, como el chulet贸n de una vaca de 15 a帽os que recientemente se sirvi贸 en el restaurante, el proceso completo alcanza las 8 semanas. La carne resulta as铆 m谩s compacta, con una grasa que se funde en boca y un sabor concentrado que remite directamente al pasto y al tiempo vivido por el animal.

  La cocci贸n del chulet贸n en Sagardi se realiza sobre brasa viva de quebracho blanco, con parrillas de acero inoxidable inclinadas, que permiten que la grasa escurra y no caiga sobre las brasas. La pieza se cocina atemperada, sell谩ndola a fuego fuerte de ambos lados, con aplicaci贸n de sal gruesa durante el cocido, y un toque final de sal marina en el emplatado. Se busca que la sal forme una costra ligera, sellando la carne sin invadirla, permitiendo que el sabor propio se exprese con claridad.

Picanha cruda: otra expresi贸n de la carne madura

  Adem谩s del chulet贸n, en este establecimiento se puede probar tambi茅n una preparaci贸n cruda de picanha, proveniente de los mismos animales grandes. Tras una maduraci贸n de 90 d铆as, las piezas se limpian, se congelan para estabilizar su microbiota, y se cortan en fetas finas, casi como un carpaccio. El plato se sirve con apenas sal, pimienta y aceite de oliva. El resultado es una expresi贸n pura de la carne: una textura que se funde al calor de la boca y un sabor limpio, casi l谩cteo, producto de la infiltraci贸n natural de grasa en animales que caminaron toda su vida.

  "Se sacan unos 30 kilos de carne por d铆a, tanto los chuletones de vaca vieja como los de novillo premium. No s贸lo viene la comunidad vasca, sino tambi茅n el p煤blico local, que quiere conocer nuevas experiencias, o que ya vino alguna vez y quiere repetir", cierra Juani. 

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