Carne cordobesa que se proyecta al mundo
FCM desarrolla su estrategia para acceder a mercados internacionales. Sus puntos fuertes son el agregado de valor, el bienestar animal y su experiencia en el mercado regional.
La planta que el frigorÃfico Coronel Moldes tiene en RÃo Cuarto recibe entre 350 y 400 animales por dÃa. Allà trabajan 130 empleados en un turno que arranca temprano, de 4 a 13 horas, donde se realiza la faena para propios y con servicio para terceros.
La empresa nació en la localidad de Coronel Moldes, donde aún mantiene su planta original, y hace ocho años decidió instalarse también en RÃo Cuarto para ampliar su capacidad. "Compramos hacienda en ferias y a productores de toda la zona de influencia de RÃo Cuarto y Coronel Moldes. Prácticamente toda la hacienda proviene de Córdoba", explica Luis Medina, gerente general del frigorÃfico.
Hoy la demanda se centra en animales de consumo más pesados, de entre 450 y 500 kilos, que permiten obtener medias reses de 110 a 120 kilos. "Como trabajamos con servicio de faena para distintos usuarios, y la mayorÃa busca este tipo de animal, que ya no es tan liviano como antes", aclara Medina.
Esta planta sigue estrictamente el protocolo de bienestar animal, para evitar el estrés de los ejemplares durante su descarga, estadÃa y acceso a la sala de faena. "La idea es trabajar sin gritos, sin picanas ni palos. Nos apoyamos en la naturaleza del bovino, que es un animal de escape. Hay que darle el espacio para que se aleje del humano y vaya hacia donde queremos, siempre en un ambiente tranquilo, con pisos antideslizantes y sin bordes cortantes", detalla. De este modo, también se garantiza mejor calidad de carne.
En cuanto a la capacidad, la planta de RÃo Cuarto puede procesar hasta 500 bovinos diarios, aunque actualmente se ubica entre 350 y 400, porque también se faenan entre 100 y 120 cerdos. "La planta de Coronel Moldes tiene una capacidad similar, pero hoy la estamos destinando más a la faena de cerdos: allà hacemos unos 11.000 al mes, además de 6.000 bovinos", precisa el gerente.
Los clientes son variados: desde supermercados regionales y de Mendoza, hasta productores que llevan sus propios animales para faena. "Algunos clientes nos piden medias reses, otros cortes especÃficos o directamente el servicio de faena. En cada caso tratamos de dar una respuesta adaptada a sus necesidades", comenta Medina.
Venta directa: la integración que es un éxito
En la entrada de la planta de RÃo Cuarto, se encuentra "Casa de Carnes", un coqueto local de venta al público. Hasta allà se despachan unos 600 kilos por dÃa en distintos cortes envasados al vacÃo y en bandejas.
"El consumidor valora mucho el productor. Siempre lo digo: el argentino vuelve por la calidad, no tanto por el precio. Si te felicitan por el asado que hiciste, volvés a comprar porque sabés que no falla", asegura Medina.
En las heladeras también se pueden encontrar menudencias de todo tipo en empaques cerrados al vacÃo: quijada, hÃgado, molleja, entre otros. "Hay un crecimiento fuerte en la demanda de menudencias. Nuestra menudencia es premium: está muy bien trabajada, limpia, a buena temperatura, y bien escurrida, y eso el cliente lo percibe. Es parte de nuestra estrategia de agregado de valor: no solo vender carne, sino ofrecer un producto diferenciado y listo para el consumidor", sostiene.
Con la mirada en el futuro, Medina destaca los proyectos de expansión. "Estamos a punto de ingresar en circuitos de exportación a Europa, Suiza y terceros paÃses. Además, trabajamos para darle valor agregado a lo que producimos: cortes envasados, menudencias listas, cajas al vacÃo y una logÃstica de distribución más moderna", anticipa.